Mañana reestrena, en el Teatro Argentino de La Plata, con la presidenta Cristina Kirchner en la platea, "Eva, el gran musical argentino". Lo había hecho 22 años atrás. Trabaja junto a un ex marido, dos hijos y dos nietos. Por: María Ana Rago
Su carácter, inflexible. Su voz, a la vez temblorosa y firme. Su agenda por estos días, apretadísima. Cabello extenso y rubio, flequillo largo, abundante maquillaje y cuerpo delgado; muy activa y enérgicamente exigente a la hora de trabajar. Escucharla hablar de sus siete nietos resulta extraño (pero grato, por supuesto), en boca de quien se atreviera hace unos pocos años a un jugado desnudo en escena, en la obra El graduado. Nacha Guevara, a punto de re-estrenar Eva, el gran musical argentino, 22 años después de la primera vez, encuentra pocos momentos de relax en su camarín del Teatro Argentino de La Plata. Por suerte, Clarín llegó justo cuando sucedía uno de ellos.
Nacha volverá a ser Eva Perón en un espectáculo que escribió junto a Pedro Orgambide, con música de Alberto Favero. Mañana, en una función de gala a la que asistirán la Presidenta de la Nación y otros funcionarios, subirá a escena Eva en el teatro platense. Después de las diez funciones que se ofrecerán allí, el 21 de octubre la obra irá al Lola Membrives, de miércoles a domingos, en principio, hasta abril próximo. "Pero esta vez yo creo que vamos a estar mucho más", augura.
La actriz y cantante se hizo cargo de la dirección y puesta en escena. Su hijo mayor, Ariel del Mastro, es el director artístico y hace el diseño de luces. El segundo de sus hijos, Gastón Briski, es el responsable del diseño de sonido. Como en 1986, en el Maipo, el coprotagonista será Rodolfo Valss, quien interpreta a Mario, un personaje del entorno de Eva, aunque de ficción. La coreografía es de Gustavo Wons y Mora Godoy es asesora de coreografías de tango.
¿Cómo es trabajar con tus hijos?
Está muy bueno. Hasta que ellos se hicieron independientes y empezaron a crecer por sí mismos y en sus áreas, nosotros siempre trabajamos juntos. Ariel trabaja desde los 12 años haciendo luces conmigo y Gastón haciendo sonido. Son bichos de teatro. Gastón iba en un moisés al teatro y me lo cuidaban mis compañeros en el camarín. Es una familia teatral.
Tanto, que dos de sus nietos, hijos de Ariel, se sumaron a este proyecto: Macarena (21) es asistente de producción y Anteo (19), seguidorista. "Nosotros empezamos todos de abajo: es la tradición de la familia", afirma. Y se zambulle en el relato sobre los suyos. "Yo hubiera deseado, pero vive en Córdoba, que Natalia, mi nieta de 11 años, hija de Gastón, que es una bailarina preciosa, fuera parte del ensamble. Lo intenté, pero no le dieron permiso...", dice. Sus tres nietos menores viven en EE.UU., hijos de Juan Pablo Favero. "Y (Alberto) Favero (su ex) es familia también. Así que hay mucha familia involucrada aquí".
¿Por qué "Eva" se estrena en La Plata?
Arrancamos acá porque esto se hace gracias a Daniel Scioli (gobernador de la provincia de Buenos Aires); es la persona sin la cual este proyecto hubiera sido imposible. Y él pidió dos cosas: estrenar en el Argentino de La Plata y dar la mayor cantidad de trabajo posible a gente de la provincia de Buenos Aires. De las casi 150 personas que trabajan para este proyecto, más de la mitad son de la provincia de Buenos Aires. Y para el elenco, que tiene 26 personas (además de los músicos), en las audiciones, entre dos personas de igual talento, priorizábamos al de la provincia. Así que somos muchos provincianos.
Empezando por la propia Nacha, oriunda de Mar del Plata. "Favero es de La Plata, Evita de Junín...", enumera la actriz.
¿Cómo surgió la idea de reeditar este espectáculo?
De forma casual. Yo soy amiga de Scioli desde hace tiempo. Hace un par de años estábamos en Tandil, un fin de semana, hablando de distintas cosas. El es un gran admirador de Eva y surgió en la conversación la idea de volver a hacer el musical. Scioli dijo: "Lo vamos a hacer". Y lo estamos haciendo.
"Los grandes proyectos traen grandes dificultades. Pero la presencia de Daniel, no tanto en lo económico, porque tenemos dos productoras y sponsors, pero sí en el empuje, en el día a día, fue fundamental", reconoce Guevara. "Ya te vas a dar cuenta cuando lo veas: nunca se hizo un musical argentino así, aquí", sentencia.
¿Y en el '86?
En 1986 se hizo con mucho cariño, con pocos recursos y con mediano éxito. En veinte años, no había vuelto a ver el video de aquella puesta. De hecho, lo encontré de casualidad, ahora, haciendo una mudanza. Y cuando lo volví a ver, me quedé asombrada de lo moderna que era. El concepto se conservó igual, pero la obra se ha embellecido en todas las disciplinas: coreografía, vestuario. Tenemos una pantalla de proyección de 12 x 6, con imágenes muy trabajadas, a veces históricas y a veces hechas por nosotros, contando partes de la historia que no tenemos filmadas. La versión anterior se hizo con música grabada y ahora tenemos 16 músicos en vivo. Además, la tecnología cambió mucho, para el sonido y las luces.
"Tengo un equipo de oro; todos los creativos involucrados en este proyecto son los mejores", asegura. Parte de ese equipo es el mismo de hace 22 años, empezando por Favero, "esencial para esto", subraya acerca de su ex pareja y director musical de este emprendimiento. También sus hijos ya habían trabajado en Eva en el '86.
¿Por qué aquel éxito fue "mediano"?
La obra se hizo durante ocho meses. Pero creo que tal vez fue muy temprano para Eva en ese momento. Todavía había mucha resistencia hacia el personaje. Recién entraba la democracia y mucha gente me decía que por más que le gustara mi trabajo, no iba a ver una obra sobre Eva. Pero para los que la vieron, quedó viva en la memoria. Porque la obra es realmente extraordinaria, es de una belleza increíble, toca el corazón.
El primer acto abarca desde que Eva llega a Buenos Aires, hasta el 17 de octubre y el segundo acto, desde que ella ya es Primera Dama, hasta su muerte. "La obra no es sobre el personaje político; habla del ser humano. Tuve la suerte de encontrarme con gente que había estado muy cerca de Eva, justo cuando pensé en escribirla. Una de esas personas inspira el personaje de Mario", cuenta.
¿Quién?
Se llamaba Félix Torres y fue representante mío a finales de los '60. Una vez volvíamos de gira, en un viaje largo en auto, y yo seguramente habría puteado a algún productor, cosa que no es nada rara en mí, y él me dijo: "Usted tiene un carácter parecido al de Evita". Le pregunté cómo lo sabía y ahí me contó su historia. La primera escena donde aparece Mario es la anécdota de cómo él conoce a Evita. Después llevamos al personaje a otros lugares. Pero el alma de Mario es la de Félix Torres.
Gracias a tu carácter...
¡Gracias a mi carácter! Si yo no hubiera puteado a un productor, no hubiera hecho Eva..
"Félix era agente de policía y fue a cambiar los puños y el cuello de la camisa a una modista de la Avenida de Mayo. Ahí estaba Eva, esperando que le terminaran un vestido que necesitaba para esa noche y ella, en la espera, le cambió los puños. Con los años, ella fue "Eva" y él fue un oficial de policía. En una custodia se volvieron a encontrar. Ella lo reconoció y desde entonces, él estuvo al lado de Eva. Cuando ella murió, estuvo preso dos años. Fue una persona muy leal y muy cercana a Eva", relata la actriz acerca de quien inspiró un personaje de la obra y quien le contó cosas cotidianas de Eva. "También me contó muchas cosas Héctor Cámpora cuando estuve en el exilio, porque él también estuvo muy al lado de ella y conocía detalles de vida cotidiana", agrega.
Asumir la dirección de la puesta le significa cargar una mochila pesada. "Cada vez que me doy vuelta, tengo cinco o seis personas que me vienen a preguntar cosas. Además, mi rol en el escenario es muy estresante; tiene una demanda física y vocal gigantesca, y una demanda emocional demoledora. Por eso no vamos a hacer dos funciones nunca", asegura.
"Este musical habla de nuestra historia. Lo que pasa allí, nos pasó a nosotros, no les pasó a los gringos, no les pasó a los ingleses que son los reyes del musical. Este musical es argentino", dice con alegría y vuelve a hablar una y otra vez de esa figura que tanto admira. "A Eva, todas las mujeres le debemos algo, las que saben su historia y las que no. Si bien hubo muchas mujeres que lucharon antes, algunas como Alicia Moreau de Justo, a Eva el destino la tocó para ser la primera mujer con poder y la que llevara adelante el voto femenino", repasa.
Tu familia era antiperonista. ¿Cómo nace tu admiración por Eva?
A lo mejor los peronistas se enojen por esto, pero para mí Eva trasciende lo político. Los políticos, sólo políticos, se van, se olvidan, se borran. Eva fue la primera persona que incorporó el afecto a la política. Ella llegó al poder intacta en el sentido político; era una salvaje, sin domesticar por los pasillos de la política. Venía de un mundo ajeno. Su mirada hacia la gente fue distinta. No se contaminó, no tuvo tiempo. Tal vez se hubiera contaminado, no lo sé, pero no tuvo tiempo. Hizo todo desde el corazón.
"Cuando ella murió y mi padrastro tuvo que ponerse una corbata negra sin ser peronista, yo vi la humillación: tener que hacer algo que no quería, para conservar su trabajo. Eso no me gustaba", dice Nacha, quien insiste en que rescata a Eva desde lo humano, "por lo femenino". Porque, sabemos, a Nacha le gusta ser mujer.
Su carácter, inflexible. Su voz, a la vez temblorosa y firme. Su agenda por estos días, apretadísima. Cabello extenso y rubio, flequillo largo, abundante maquillaje y cuerpo delgado; muy activa y enérgicamente exigente a la hora de trabajar. Escucharla hablar de sus siete nietos resulta extraño (pero grato, por supuesto), en boca de quien se atreviera hace unos pocos años a un jugado desnudo en escena, en la obra El graduado. Nacha Guevara, a punto de re-estrenar Eva, el gran musical argentino, 22 años después de la primera vez, encuentra pocos momentos de relax en su camarín del Teatro Argentino de La Plata. Por suerte, Clarín llegó justo cuando sucedía uno de ellos.
Nacha volverá a ser Eva Perón en un espectáculo que escribió junto a Pedro Orgambide, con música de Alberto Favero. Mañana, en una función de gala a la que asistirán la Presidenta de la Nación y otros funcionarios, subirá a escena Eva en el teatro platense. Después de las diez funciones que se ofrecerán allí, el 21 de octubre la obra irá al Lola Membrives, de miércoles a domingos, en principio, hasta abril próximo. "Pero esta vez yo creo que vamos a estar mucho más", augura.
La actriz y cantante se hizo cargo de la dirección y puesta en escena. Su hijo mayor, Ariel del Mastro, es el director artístico y hace el diseño de luces. El segundo de sus hijos, Gastón Briski, es el responsable del diseño de sonido. Como en 1986, en el Maipo, el coprotagonista será Rodolfo Valss, quien interpreta a Mario, un personaje del entorno de Eva, aunque de ficción. La coreografía es de Gustavo Wons y Mora Godoy es asesora de coreografías de tango.
¿Cómo es trabajar con tus hijos?
Está muy bueno. Hasta que ellos se hicieron independientes y empezaron a crecer por sí mismos y en sus áreas, nosotros siempre trabajamos juntos. Ariel trabaja desde los 12 años haciendo luces conmigo y Gastón haciendo sonido. Son bichos de teatro. Gastón iba en un moisés al teatro y me lo cuidaban mis compañeros en el camarín. Es una familia teatral.
Tanto, que dos de sus nietos, hijos de Ariel, se sumaron a este proyecto: Macarena (21) es asistente de producción y Anteo (19), seguidorista. "Nosotros empezamos todos de abajo: es la tradición de la familia", afirma. Y se zambulle en el relato sobre los suyos. "Yo hubiera deseado, pero vive en Córdoba, que Natalia, mi nieta de 11 años, hija de Gastón, que es una bailarina preciosa, fuera parte del ensamble. Lo intenté, pero no le dieron permiso...", dice. Sus tres nietos menores viven en EE.UU., hijos de Juan Pablo Favero. "Y (Alberto) Favero (su ex) es familia también. Así que hay mucha familia involucrada aquí".
¿Por qué "Eva" se estrena en La Plata?
Arrancamos acá porque esto se hace gracias a Daniel Scioli (gobernador de la provincia de Buenos Aires); es la persona sin la cual este proyecto hubiera sido imposible. Y él pidió dos cosas: estrenar en el Argentino de La Plata y dar la mayor cantidad de trabajo posible a gente de la provincia de Buenos Aires. De las casi 150 personas que trabajan para este proyecto, más de la mitad son de la provincia de Buenos Aires. Y para el elenco, que tiene 26 personas (además de los músicos), en las audiciones, entre dos personas de igual talento, priorizábamos al de la provincia. Así que somos muchos provincianos.
Empezando por la propia Nacha, oriunda de Mar del Plata. "Favero es de La Plata, Evita de Junín...", enumera la actriz.
¿Cómo surgió la idea de reeditar este espectáculo?
De forma casual. Yo soy amiga de Scioli desde hace tiempo. Hace un par de años estábamos en Tandil, un fin de semana, hablando de distintas cosas. El es un gran admirador de Eva y surgió en la conversación la idea de volver a hacer el musical. Scioli dijo: "Lo vamos a hacer". Y lo estamos haciendo.
"Los grandes proyectos traen grandes dificultades. Pero la presencia de Daniel, no tanto en lo económico, porque tenemos dos productoras y sponsors, pero sí en el empuje, en el día a día, fue fundamental", reconoce Guevara. "Ya te vas a dar cuenta cuando lo veas: nunca se hizo un musical argentino así, aquí", sentencia.
¿Y en el '86?
En 1986 se hizo con mucho cariño, con pocos recursos y con mediano éxito. En veinte años, no había vuelto a ver el video de aquella puesta. De hecho, lo encontré de casualidad, ahora, haciendo una mudanza. Y cuando lo volví a ver, me quedé asombrada de lo moderna que era. El concepto se conservó igual, pero la obra se ha embellecido en todas las disciplinas: coreografía, vestuario. Tenemos una pantalla de proyección de 12 x 6, con imágenes muy trabajadas, a veces históricas y a veces hechas por nosotros, contando partes de la historia que no tenemos filmadas. La versión anterior se hizo con música grabada y ahora tenemos 16 músicos en vivo. Además, la tecnología cambió mucho, para el sonido y las luces.
"Tengo un equipo de oro; todos los creativos involucrados en este proyecto son los mejores", asegura. Parte de ese equipo es el mismo de hace 22 años, empezando por Favero, "esencial para esto", subraya acerca de su ex pareja y director musical de este emprendimiento. También sus hijos ya habían trabajado en Eva en el '86.
¿Por qué aquel éxito fue "mediano"?
La obra se hizo durante ocho meses. Pero creo que tal vez fue muy temprano para Eva en ese momento. Todavía había mucha resistencia hacia el personaje. Recién entraba la democracia y mucha gente me decía que por más que le gustara mi trabajo, no iba a ver una obra sobre Eva. Pero para los que la vieron, quedó viva en la memoria. Porque la obra es realmente extraordinaria, es de una belleza increíble, toca el corazón.
El primer acto abarca desde que Eva llega a Buenos Aires, hasta el 17 de octubre y el segundo acto, desde que ella ya es Primera Dama, hasta su muerte. "La obra no es sobre el personaje político; habla del ser humano. Tuve la suerte de encontrarme con gente que había estado muy cerca de Eva, justo cuando pensé en escribirla. Una de esas personas inspira el personaje de Mario", cuenta.
¿Quién?
Se llamaba Félix Torres y fue representante mío a finales de los '60. Una vez volvíamos de gira, en un viaje largo en auto, y yo seguramente habría puteado a algún productor, cosa que no es nada rara en mí, y él me dijo: "Usted tiene un carácter parecido al de Evita". Le pregunté cómo lo sabía y ahí me contó su historia. La primera escena donde aparece Mario es la anécdota de cómo él conoce a Evita. Después llevamos al personaje a otros lugares. Pero el alma de Mario es la de Félix Torres.
Gracias a tu carácter...
¡Gracias a mi carácter! Si yo no hubiera puteado a un productor, no hubiera hecho Eva..
"Félix era agente de policía y fue a cambiar los puños y el cuello de la camisa a una modista de la Avenida de Mayo. Ahí estaba Eva, esperando que le terminaran un vestido que necesitaba para esa noche y ella, en la espera, le cambió los puños. Con los años, ella fue "Eva" y él fue un oficial de policía. En una custodia se volvieron a encontrar. Ella lo reconoció y desde entonces, él estuvo al lado de Eva. Cuando ella murió, estuvo preso dos años. Fue una persona muy leal y muy cercana a Eva", relata la actriz acerca de quien inspiró un personaje de la obra y quien le contó cosas cotidianas de Eva. "También me contó muchas cosas Héctor Cámpora cuando estuve en el exilio, porque él también estuvo muy al lado de ella y conocía detalles de vida cotidiana", agrega.
Asumir la dirección de la puesta le significa cargar una mochila pesada. "Cada vez que me doy vuelta, tengo cinco o seis personas que me vienen a preguntar cosas. Además, mi rol en el escenario es muy estresante; tiene una demanda física y vocal gigantesca, y una demanda emocional demoledora. Por eso no vamos a hacer dos funciones nunca", asegura.
"Este musical habla de nuestra historia. Lo que pasa allí, nos pasó a nosotros, no les pasó a los gringos, no les pasó a los ingleses que son los reyes del musical. Este musical es argentino", dice con alegría y vuelve a hablar una y otra vez de esa figura que tanto admira. "A Eva, todas las mujeres le debemos algo, las que saben su historia y las que no. Si bien hubo muchas mujeres que lucharon antes, algunas como Alicia Moreau de Justo, a Eva el destino la tocó para ser la primera mujer con poder y la que llevara adelante el voto femenino", repasa.
Tu familia era antiperonista. ¿Cómo nace tu admiración por Eva?
A lo mejor los peronistas se enojen por esto, pero para mí Eva trasciende lo político. Los políticos, sólo políticos, se van, se olvidan, se borran. Eva fue la primera persona que incorporó el afecto a la política. Ella llegó al poder intacta en el sentido político; era una salvaje, sin domesticar por los pasillos de la política. Venía de un mundo ajeno. Su mirada hacia la gente fue distinta. No se contaminó, no tuvo tiempo. Tal vez se hubiera contaminado, no lo sé, pero no tuvo tiempo. Hizo todo desde el corazón.
"Cuando ella murió y mi padrastro tuvo que ponerse una corbata negra sin ser peronista, yo vi la humillación: tener que hacer algo que no quería, para conservar su trabajo. Eso no me gustaba", dice Nacha, quien insiste en que rescata a Eva desde lo humano, "por lo femenino". Porque, sabemos, a Nacha le gusta ser mujer.
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