sábado, 3 de enero de 2009

La temporada de teatro en México: del éxito al fracaso; de la calidad al simple entretenimiento

Arturo Cruz Bárcenas y Notimex
La cartelera teatral del Distrito Federal se caracterizó en 2008 por su variedad de obras de todos los géneros, desde la comedia hasta el drama, para todos los públicos, para todos los bolsillos. No obstante, los contrastes se manifestaron a lo largo del año, con salas vacías, permanencia efímera en la cartelera y, lo nuevo, anunciadas cortas temporadas, “sólo 10 semanas”, como es el caso de El buen canario, bajo la dirección de John Malcovich.
La gente de teatro, desde empresarios, actores y personal de limpieza de los foros, coincide en que a la sempiterna crisis económica, justificación o pretexto de los fracasos, se suma el clima de inseguridad, que ahuyenta a las familias.
El teatro patrocinado por el Estado, por las delegaciones, el IMSS y el ISSSTE, con fines no comerciales, sino más bien de esparcimiento, dirigido al núcleo familiar, a veces adolece de calidad, con escenografías lejanas a las logradas por El Hotentote. Se sigue con una idea didáctica simple del teatro ubicado en lo clásico, casi siempre puestas aburridas que ahuyentan a los niños.
En el plano nacional destaca el esfuerzo del Instituto Zacatecano de Cultura y su Festival Internacional de Teatro de Calle, que ya es tradición y su propulsor, el maestro David Eduardo Rivera Salinas, ha dicho que continuará, allende administraciones, pues ya está institucionalizado.
El mundo del teatro y la cultura en México perdió a uno de sus principales representantes: Víctor Hugo Rascón Banda.
Lo más sobresaliente
De lo sobresaliente se mantienen en cartelera 12 hombres en pugna, La Bella y la Bestia, Una Eva y dos patanes, Chiquita, pero picosa y Los 39 escalones.
Luego figuran Avenida Q, Mi primera vez, Aladino. Un musical de tres deseos, Adorables enemigas, P.D. Tu gato ha muerto y Chicas católicas.
Fracasos: Mujeres juntas, ni difuntas, Sor-presas y Tick, tick. boom, la primera por la deficiente producción, además del escándalo por falta de pago a las actrices, mientras las otras por escasa o nula publicidad, no obstante la buena historia y excelentes actuaciones. Silvia Pinal, Verónica Castro y Eugenio Derbez fueron los más celebrados por su regreso al teatro, al igual que Bianca Marroquín, quien presentó por algunos días su espectáculo Sólo pido.
Mención aparte merece Lolita Cortés, quien destacó por aparecer en cinco obras durante el año: Peter Pan, Confesiones de mujeres de 30, La Bella y la Bestia, Chicas católicas y Dulce Caridad. La actriz ya es considerada una de las mejores en su género.
Uno de los máximos logros del año fue 12 hombres en pugna, que bajo la producción de Jorge Ortiz de Pinedo y la excelsa dirección de José Solé interpreta desde hace más de 200 funciones un elenco encabezado por Ignacio López Tarso.
En 12 meses de actividades, la división Teatro de OCESA ofreció más de 2 mil 800 funciones, entre dos musicales (Dulce Caridad y La Bella y la Bestia) y seis montajes de cámara (Confesiones de mujeres de 30, Los monólogos de la vagina, Defendiendo al cavernícola, Orgasmos, la comedia, Chicas católicas y Adorables enemigas).
En promedio fueron ocho representaciones por día, para un total de 900 mil espectadores, mismas que contaron con el talento y trabajo de más de 40 músicos y 300 técnicos, lo cual significó una fuente sustancial de empleo directo e indirecto.
De acuerdo con los productores Morris Gilbert y Federico González Compeán, más de 150 actores participaron en el elenco general. Los monólogos de la vagina superó las cinco mil 200 exhibiciones y sufrió la pérdida de la sexóloga Anabel Ochoa, quien tras formar parte del numeroso reparto de 70 mujeres alternantes e invitadas especiales, falleció el 19 de noviembre, víctima de un derrame cerebral.
La obra, que ha causado impacto en la historia del teatro en México, celebró en septiembre 5 mil representaciones ininterrumpidas con la participaron de más de 20 actrices. Además, se reincorporaron Laura Flores, Mónica Garza y Ludwika Paleta.
Otro montaje de impacto social es Defendiendo al cavernícola, no sólo por sus más de 2 mil 300 representaciones, sino porque con la actuación de César Bono ha permitido a miles de parejas verse en un espejo para reflexionar sobre su relación, en el interior del Centro Cultural San Ángel.
Confesiones de mujeres de 30 está próxima a sumar 2 mil 900 funciones con el trabajo alternante de Dalilah Polanco, Yolanda Ventura, María Rebeca, Bricia Orozco, Diana Lein, Vanessa Ciangherotti, Simone Victoria, Lolita Cortés, Anahí Allué y María Filippini.
Orgasmos, la comedia, otra propuesta de OCESA Teatro, comenzará el año con la celebración de mil 400 repeticiones continuas con éxito, luego de mudarse al teatro Virginia Fábregas.
Chicas católicas, que arrancó el 2008 en la Sala Chopin, y desde julio pasado se presenta en el sur de la ciudad, en el Teatro Independencia San Jerónimo Lídice, cumplió 600 exhibiciones.
El 6 de marzo de este año, la División Teatro de OCESA se vistió de gala al recibir en sus filas a la actriz y productora Silvia Pinal para estelarizar, a tres años de su intervención en Debiera haber obispas, el proyecto Adorables enemigas, que en memoria a Marga López, se enfila a celebrar 300 representaciones.
Para 2009 los planes de OCESA Teatro arrancarán con Mentiras, musical de formato medio que busca conquistar a los amantes del género al narrar una historia divertida con el apoyo de 45 grandes éxitos musicales de los años 80. En el primer trimestre también llegará a los escenarios mexicanos El diario de Ana Frank.
Otros de los regresos teatrales más relevantes fue el de Verónica Castro con la comedia Chiquita pero picosa, tras cerca de 35 años de ausencia, aunque en 1995 tuvo una participación breve como protagonista de La mujer del año.
Cynthia Klitbo mostró su calidad de actriz en ¿Por qué los hombres aman a las cabronas? El público aclamó el regreso de Consuelo Duval, quien tomó un descanso, pero ya está de vuelta.
Susana Alexander terminó la temporada de Cómo envejecer con gracia, al lado de Blanca Sánchez, para tomar un breve descanso e iniciar con una nueva oferta: El año del pensamiento mágico. La puesta en escena que se estrenó en julio se mantuvo 12 semanas en el teatro Ofelia y no más.
Una invitación a la tolerancia es la que en octubre pasado hicieron Alejandro Calva y Omar Germenos en La pareja dispareja, con una escenografía ambientada en los años 70. Original de Neil Simon.
Avenida Q, con música y letras originales de Jeff Marx, Bobby López y con libreto de Jeff Whitty, llegó a México con las actuaciones de Luis Gerardo Méndez, Mónica Huarte, Martín Altomaro, Hiromi y Mario Sepúlveda, además del integrante de RBD Christian Chávez, como alternante estelar. El Teatro de los Insurgentes, luego de Víctor Victoria abrió sus puertas, en marzo pasado, al musical Una Eva y dos patanes, con Eugenio Derbez, Eugenio Montesoro, Alessandra Rosaldo y un gran elenco.
La actriz Jacqueline Voltaire, quien formó parte del proyecto, falleció a pocos días del estreno, víctima de cáncer.
En el mismo teatro siguió El buen canario, bajo la dirección del estadunidense John Malcovich, con la actuación de Diego Luna, Daniel Giménez Cacho, Irene Azuela, Bruno Bichir, Jorge Zárate, Martín Altomaro y Yuridia del Valle, es una historia de Zach Helm que expone el caso del escritor Jack Parker.
Otra opción de poco éxito fue El pájaro negro (Blackbird), que regresó a Kate del Castillo y Humberto Zurita a los escenarios mexicanos el 26 de septiembre, aunque sólo por ocho semanas. Los 39 escalones fue un acierto con Carlos Espejel, Francisco de la O, Rafael Perrín y Gabriela Platas.
De los productores de Peter Pan, en el teatro Aldama continúa Aladino. Un musical de tres deseos. Otras opciones de calidad fueron Hamelín, La impro lucha, Pizza Man, Con la P en la frente, Business class, La muchacha sin retorno y Somos.

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