FUENTE: DiariodeMallorca.es G. RODAS. PALMA.
"¿Realmente hemos evolucionado como humanos?, ¿valió la pena la muerte de Jesucristo?, ¿por qué existen la codicia y las guerras?" son algunas de las cuestiones que, como bien dice el actor argentino Gerónimo Rauch, encargado de dar vida al Mesías, plantea el musical Jesucristo Superstar, una adaptación de la legendaria ópera rock, ambientada en la actualidad, con una atrevida propuesta de los siete últimos días de la vida de Jesús en Jerusalén.
El Jesucristo de las zapatillas y los vaqueros, el que crearon Tim Rice y Lloyd Webber hace casi cuatro décadas, canta desde ayer en la Sala Magna del Auditòrium, donde se representará hasta el próximo domingo. En esta versión moderna la trama discurre en el Israel actual y el ejercito romano es sustituido por el de la ONU. A diferencia de lo que ocurrió con la obra original, ésta cuenta con la bendición de la Iglesia. "La Iglesia está encantada. Ha perdido tanto público... Será porque le hacemos promoción", bromea el director Enrique Sequero.
El musical, que ha desplazado hasta Mallorca a un equipo humano de 60 personas, pone en escena a un total de veinticinco cantantes y a ocho músicos que interpretan en directo la banda sonora.
"Lo que más he cuidado ha sido la veracidad. Quiero que los actores vivan todas las escenas y que la gente, cuando salga del teatro, diga: qué maravilla de voces", señala Sequero, para quien el teatro musical "es un lenguaje muy exigente porque mezcla distintas disciplinas".
Contada desde la visión de Judas, esta comedia musical muestra a un Jesucristo que "duda y es muy humano", apunta Gerónimo Rauch, actor bonaerense que no duda en afirmar que está ante "el personaje bisagra" de su carrera, un papel que espera le abra "puertas en España".
Sandra Criado, que fue escogida para interpretar este papel a través del popular concurso televisivo Operación Triunfo, interpreta el papel de María Magdalena en esta nueva versión de la exitosa ópera rock que Andrew Lloyd Webber y Tim Rice crearon en 1970, y que en su primera versión en español protagonizaron Camilo Sesto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco.
Es una obra "fresca y aún polémica" que lanza un interrogante, "¿qué le pasaría a Jesús si existiera ahora?", comenta Sandra, quien hasta ahora no habría participado en ningún musical, por lo que se enfrentó a este proyecto como "un reto".
"Llegué temerosa, pero poco a poco he ido desarrollando cualidades como actriz. Ahora disfruto con cada función. Para un cantante, un musical es como un master. Aprendes concentración, profesionalidad, disciplina... Y sobre todo coges tablas", asegura.
Luis Amando, que en la obra se mete en la piel de Judas, es un experto actor de musicales en España, país que en su opinión es líder junto a Inglaterra en la producción de este tipo de espectáculos. "A día de hoy podemos afirmar que tenemos una gran cantera de gente dedicada a los musicales", declara.
Tras representarse la temporada pasada en el Teatro Lope de Vega de Madrid, esta producción de dos horas de duración y estructura en dos actos, con un intermedio de quince minutos, inició su gira el 10 de septiembre en el Teatro Olimpia de Valencia, para continuar por toda la geografía nacional.
"¿Realmente hemos evolucionado como humanos?, ¿valió la pena la muerte de Jesucristo?, ¿por qué existen la codicia y las guerras?" son algunas de las cuestiones que, como bien dice el actor argentino Gerónimo Rauch, encargado de dar vida al Mesías, plantea el musical Jesucristo Superstar, una adaptación de la legendaria ópera rock, ambientada en la actualidad, con una atrevida propuesta de los siete últimos días de la vida de Jesús en Jerusalén.
El Jesucristo de las zapatillas y los vaqueros, el que crearon Tim Rice y Lloyd Webber hace casi cuatro décadas, canta desde ayer en la Sala Magna del Auditòrium, donde se representará hasta el próximo domingo. En esta versión moderna la trama discurre en el Israel actual y el ejercito romano es sustituido por el de la ONU. A diferencia de lo que ocurrió con la obra original, ésta cuenta con la bendición de la Iglesia. "La Iglesia está encantada. Ha perdido tanto público... Será porque le hacemos promoción", bromea el director Enrique Sequero.
El musical, que ha desplazado hasta Mallorca a un equipo humano de 60 personas, pone en escena a un total de veinticinco cantantes y a ocho músicos que interpretan en directo la banda sonora.
"Lo que más he cuidado ha sido la veracidad. Quiero que los actores vivan todas las escenas y que la gente, cuando salga del teatro, diga: qué maravilla de voces", señala Sequero, para quien el teatro musical "es un lenguaje muy exigente porque mezcla distintas disciplinas".
Contada desde la visión de Judas, esta comedia musical muestra a un Jesucristo que "duda y es muy humano", apunta Gerónimo Rauch, actor bonaerense que no duda en afirmar que está ante "el personaje bisagra" de su carrera, un papel que espera le abra "puertas en España".
Sandra Criado, que fue escogida para interpretar este papel a través del popular concurso televisivo Operación Triunfo, interpreta el papel de María Magdalena en esta nueva versión de la exitosa ópera rock que Andrew Lloyd Webber y Tim Rice crearon en 1970, y que en su primera versión en español protagonizaron Camilo Sesto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco.
Es una obra "fresca y aún polémica" que lanza un interrogante, "¿qué le pasaría a Jesús si existiera ahora?", comenta Sandra, quien hasta ahora no habría participado en ningún musical, por lo que se enfrentó a este proyecto como "un reto".
"Llegué temerosa, pero poco a poco he ido desarrollando cualidades como actriz. Ahora disfruto con cada función. Para un cantante, un musical es como un master. Aprendes concentración, profesionalidad, disciplina... Y sobre todo coges tablas", asegura.
Luis Amando, que en la obra se mete en la piel de Judas, es un experto actor de musicales en España, país que en su opinión es líder junto a Inglaterra en la producción de este tipo de espectáculos. "A día de hoy podemos afirmar que tenemos una gran cantera de gente dedicada a los musicales", declara.
Tras representarse la temporada pasada en el Teatro Lope de Vega de Madrid, esta producción de dos horas de duración y estructura en dos actos, con un intermedio de quince minutos, inició su gira el 10 de septiembre en el Teatro Olimpia de Valencia, para continuar por toda la geografía nacional.
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