jueves, 7 de mayo de 2009

El teatro musical toma fuerza


El director asegura que en los últimos tres años la disciplina ha ganado terreno en la ciudad

GUADALAJARA, JALISCO.- El teatro musical se está tornando oscuro al abordar temas con mayor fuerza e impacto social, lo que demuestra que el género -si es que así puede llamarse- ha mostrado un importante desarrollo al paso de los años, asegura Mauricio Cedeño, director ligado a esta forma teatral desde hace muchos años.

A la hora de hablar de avances, cabe destacar que ya ni siquiera se le conoce como comedia musical, la cual, a fin de cuentas, es un subgénero.

"El género se ha comprometido con temas más profundos, más fuertes. No es tan bobo como era la comedia musical, incluso ha dejado de llamarse así para convertirse únicamente en teatro musical. Antes estaba muy dividida la técnica del musical con la del teatro no musical, pero ahora no es tanta la distancia; se pueden ver obras de lo que ahora se llama la nueva corriente posmodernista, son producciones como Rent, un teatro que está tocando temas más reales, antes era muy rosa, ahora no, está empezando a oscurecerse", explica Cedeño.

Además, ya no es posible asegurar que cualquiera puede desarrollarse en este ámbito, después de que durante mucho tiempo se la considerara una disciplina en la que bastaba con que los actores pudieran cantar para integrarse a algún montaje.

"Ha evolucionado mucho. Ahora se requiere más trabajo actoral de lo que se requería antes; el vocal y coreográfico seguirán con las mismas exigencias. Yo lo que hago en todos los talleres es preparar al alumno para que pueda casarse con el rollo musical, sin peder la autenticidad de la situación".

Un arte más cercano

Además de la cercanía emocional que supone el teatro musical con sus espectadores, Cedeño asegura que ha habido también un estrechamiento de lazos con el resto de los creadores escénicos.

"Antes era un rollo, porque somos una sociedad cultural un poco peleada por tradición, más que por otra cosa, con lo comercial, pero me parece que cada vez ha habido más esta posibilidad de sobrevivir en el teatro por medio de generar un negocio y el teatro musical ofrece esa facilidad, de una manera más sencilla. En el teatro no musical batallas más. Los actores no pueden únicamente vivir de ello, por el concepto, el esquema en que se manejan, los sueldos…", comenta.

El director agrega que "el teatro musical, en primer lugar, es un terreno mucho más virgen, es un género que se ha venido abriendo de una manera muy importante en los últimos tres años, por lo menos en la ciudad, con proyectos de gran formato apoyados por grandes instituciones, proyectos grandes. Entonces, me parece que cada vez es más grande el interés".

Por ello es que también han crecido en la cartelera las obras musicales, aunque en muchas ocasiones las llevan a escena directores que no están del todo inmersos en el género, pues si algo puede afirmarse con toda contundencia, es que en Guadalajara prácticamente es Cedeño el único especialista en teatro musical, ya que César Balcázar va y viene de esta ciudad a la de México.

Sin embargo, la cercanía es al interior del medio, mientras que se ha descuidado la parte más importante del teatro musical: el público, al que se ofrecen cortas temporadas (apenas dos funciones en la mayoría de los casos) de obras con importante inversión en producción y trabajo de ensayos. Se trabaja más para llevar la obra a escena, de lo que dura el montaje en los foros.

"Estamos acostumbrados en esta ciudad a que los grandes espectáculos duran dos días y ya. Hay un asunto de mala educación o de mala costumbre", afirma Cedeño.

Opciones de formación

En un afán por romper con la idea antigua de la comedia musical y evolucionar hacia el teatro musical, Mauricio Cedeño ha organizado un curso integrado por tres módulos para cumplir dicho fin, que se llevarán a cabo de mayo a noviembre.

El primero de ellos estará enfocado en la actuación, "estoy tratando de acercarme mucho más a bailarines y actores en formación", dado que se trata precisamente de una de las áreas que han evolucionado en el género.

"Los bailarines, la verdad, es que no sé si tienen interés por un curso de esta disciplina, pero siempre he pensando que hay bailarines que se mueven muy bien, que tienen una técnica impresionante, pero que emocionalmente no te ofrecen nada. Entonces, esto servirá para complementar y comprender lo que musicalmente ocurre con el espectador y el manejo de las emociones. No es solo un asunto de estética, sino también un rollo emocional que se ha dejado de lado", explica.

Lo elemental para quienes se interesen por este taller es que tengan gusto por la música, pues las clases están enfocadas en que los participantes comprendan ritmos y los géneros que existen en el teatro musical.

"Particularmente me parece que el asunto es ir justamente por el aspecto musical, tener gusto y, por supuesto, amar el teatro", precisa Cedeño.

El segundo módulo será de dirección, abierto para quienes tengan ya una relación con el teatro, independientemente de que se puedan inscribir escenógrafos o vestuaristas, por ejemplo, pues para ellos un curso de esta naturaleza representa un plus en su forma de ver y hacer teatro desde sus propias trincheras.

"El teatro no musical está lleno de muchos directores que alguna vez estuvieron en 'Pedrito en el país de la limpieza', les gustó y después se animaron; otros me parece que han surgido por la necesidad de generar su propio empleo y cosas así. Yo creo que eso no va a dejar de existir. El teatro musical no tiene directores en Guadalajara y me parece que es hora de generarlos. Me parece más arriesgado no tener posibilidades", explica.

Por eso es que aunque haya quienes crean que no se puede enseñar a dirigir, Mauricio Cedeño ha planeado un taller en el que se pueda sensibilizar al participante en esta faena, mostrándole que se trata de una tarea mucho más compleja que la dirección del teatro convencional, pues implica tener toda la atención en diversas áreas, controlando a un elenco bastante amplio, más el equipo de producción. Además, el montaje no suele hacerse de corrido, sino por bloques.

El tercer módulo es un proceso de montaje, "como un proyecto final con la misma gente que haya participado en los dos primeros; no es para realizar un trabajo profesional, sino para vivir el proceso de montaje y concretar el aprendizaje".

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