viernes, 26 de junio de 2009

Entrevista AP: Bianca Marroquín quiere ayudar a mexicanas

Por ISAAC GARRIDO
The Associated Press
MEXICO -- A diferencia del personaje que ha encarnado por siete años, la actriz mexicana Bianca Marroquín afirma que no está hambrienta de fama.

"(Tengo hambre) no de fama, sino de proyectos, de contar historias, de hacer personajes que me llenen", dijo Marroquín, la primer mexicana que estelarizó un musical en Broadway, en una entrevista reciente.

"Mi tirada (meta) no es ser famosa", añade. "Si quisiera ser famosa hubiera tratado de entrar a hacer telenovelas".

Para la actriz de 33 años, quien ha dado vida a Roxie Hart en "Chicago" desde el 2002, ese papel le ha abierto puertas que espera a su vez ayuden a alcanzar los sueños de sus compatriotas.

"Es una gran responsabilidad, (pero) no quiero que quede ahí, yo quiero hacer una lucha por tratar de cambiar las oportunidades de las actrices mexicanas (en Estados Unidos)", declaró Marroquín, quien dijo recibir constantemente ofertas para interpretar personajes latinos estereotípicos.

"Estoy tratando de luchar por abrir nuevos caminos para la mujer mexicana", recalcó enérgica. "(Demostrar) que podemos hacer otro tipo de personajes".

Con esa idea, rechazó hace unos días encarnar a la puertorriqueña Daniela en la primera gira estadounidense del multipremiado musical "In the Heights".

Antes no habría podido darse el lujo de declinar ese tipo de papeles, pues si bien su carrera comenzó en un cuento de hadas, ese inicio no fue precisamente de color rosa para ella.

A los 21 años debutó en la primera producción mexicana de "La bella y la bestia" como parte del ensamble, interpretando a una simple cuchara y en ocasiones una servilleta. Dicho papel lo obtuvo tras una audición a la que se presentó con un improvisado curriculum hecho sobre una hoja decorada con la imagen de Hello Kity.

Posteriormente vinieron "Rent" y "El fantasma de la ópera", también en México. En la primera como suplente del personaje de Mimí; en la segunda como capitana de baile. En ambos musicales se desempeñaba como 'swing' (comodín), teniendo que aprenderse más de un papel secundario.

La actriz confesó que dicha labor le generó frustraciones.

"Ser 'swing' es un elemento muy importante de la producción, (pero) en el momento no lo ves. Cuando te lo dan tú quisieras estar allá arriba, tú quisieras ser incluida en todos los eventos de prensa, quisieras estrenar, quisieras recibir los aplausos todas la noches", expresó Marroquín, quien a la fecha ha compartido escenario con Patrick Swayze y Usher en "Chicago".

Sus frustraciones fueron recompensadas en 2001, cuando obtuvo el papel estelar del montaje mexicano de "Chicago", lo que tampoco fue tarea fácil.

"Tenía 10 años menos y no tenía nombre" porque "en todas las obras estaba atrás", recordó de cuando consiguió el papel, que requería una actriz de entre 35 y 47 años de edad.

Fue el director asociado británico Nigel West quien se encargó de las audiciones.

"Él me vio y dijo, 'Ella es Roxy'". Pero "la gente de aquí le decía: 'Esta chiquita no tiene nombre, aquí nadie la conoce, no ha hecho nada de televisión ni nada", relató.


Cuando le avisaron que había obtenido el papel, su primer reacción fue preguntar: "¿'Nomás me tengo que aprender el personaje de Roxy?' ... No daba crédito a que sólo me tenía que preocupar por un personaje".

Sacó provecho de un excelente inglés, producto de haber crecido entre la ciudades fronterizas de Matamoros, México y Brownsville, Texas y aceptó una invitación para protagonziar el musical en la Meca del teatro.

Su interpretación le valió elogios, incluso de Liza Minelli, quien aún con la rodilla lesionada subió a su camerino para felicitarla y le aconsejó cómo mejorar su papel.

Tras cuatro años recorriendo Estados Unidos de gira con "Chicago", Marroquín regresó a los escenarios mexicanos para dar vida al personaje de María en "La novicia rebelde" y no escatimó en señalar que a la tabla de México "no le falta nada, aquí hay mucho talento".

Tampoco tiene empacho en elogiar el trabajo de sus colegas latinos en Broadway.

"En Estados Unidos existe un oficio (teatral) y es técnicamente perfecto ... Pero lo que el latino lleva en la sangre, en la manera de interpretar, la sazón que le mete a las canciones, la pasión, es muy evidente y único".

Marroquín, quien se define como una mujer de trabajo, planea grabar un disco con canciones que ella misma ha compuesto y escribir un guión de cine para el cual, adelantó sin revelar detalles, ya tiene un director.

A su regreso a Estados Unidos, tras terminar sus compromisos con "La novicia rebelde" el 5 de julio, recogerá galardones que obtuvo en la pasada entrega de los Independent Reviewers of New England, que la postularon a mejor actriz por su trabajo en "Bye Bye Birdie" y "Chicago".

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