domingo, 11 de julio de 2010

De Oaxaca a Broadway

Downs suma a sus múltiples proyectos la preparación de un próximo trabajo discográfico de estudio en el que celebrará su nueva vida como madre

Alexander Laluz
"Tienen 15 minutos", dijo la voz femenina, con un firme y elegante acento mexicano. Apenas segundos después, Lila Downs, con otro tono, casi susurrado pero igualmente mexicano, diluía la formalidad primera para hablar de su próxima visita a Uruguay.
Será, para ser precisos, la primera, la que fue varias veces anunciada, postergada -avatares de la industria, del mercado, se diría- y ahora finalmente concretada para el 23 de agosto, 21 horas, en el Cine Teatro Plaza.
La expectativa ante esta confirmación es difícil de cuantificar en los términos de ese mismo mercado. Aún así, no sería exagerado calificarla de importante. La voz, o las voces, de la virtuosa cantante oaxaqueña -y "multicultural", se ha escrito en varios medios- no han calificado aquí para "hit radial", pero boca a boca, disco a disco, su nombre se ha abierto espacio en el mapa de la recepción local. También, hay que subrayarlo, a través del movimiento mediático, noticioso, que en los meses pasados generó el ya casi inminente debut como actriz y compositora en Broadway, con la versión musical de Como agua para chocolate, basado en la novela de su compatriota Laura Esquivel; así como los recientes y celebrados lanzamientos de Ojo de culebra y el disco en vivo Lila Downs y la Misteriosa en París: Live aFIP.
A lo más cercano en el tiempo: Lila Downs llegará entonces a Uruguay en el marco de su muy larga gira 2010, con buena parte de su numerosa banda, para hacer "un poco de música de mis anteriores discos y también del más reciente, y de lo que vendrá". La intención, agrega sin cambiar ese timbre aireado, el decir pausado, "es de dar una probadita, un pequeño sorbo de la diversidad musical que hay en mi país y también en el resto de Latinoamérica". Esa diversidad que, ella sabe, no siempre es reconocida, ni reapropiada en sus propios territorios, y se pierde en la curiosidad antropológica o postal turística.
Lo que cabe bajo el rótulo de novedad es, probablemente, mucho. Para empezar, la anécdota que -como en prácticamente todos los planteos de esta polifacética artista dispara temas más profundos- da origen al nombre de su banda: La Misteriosa.
Y es así: "misteriosa" porque varios de los músicos que desde hace tiempo colaboran con ella también llevan adelante sus proyectos propios, lo que, agenda mediante, complica la coincidencia en fechas y lugares para las giras o conciertos puntuales. Uruguay, previsiblemente, no será la excepción: "voy a ir con algunos miembros de la banda, otros, ya sabes, están con sus otros emprendimientos. Pero van a estar Celso Duarte, que es mitad paraguayo mitad mexicano, gran artista en la tradición paraguaya y él conoce muy bien los géneros mexicanos del arpa. También Yayo Serka, que es chileno, baterista, mi compadre, y con quien ya llevamos muchos años colaborando. Vienen Rafa Gómez en guitarra, Samule Torres en la percusión y un bajista muy joven que vive en Nueva York pero es mitad parisino y mitad neoyorquino".
Gestando lo nuevo. También en este rótulo de "novedad", dicho sea, estarán los adelantos del próximo disco que todavía está gestándose en la intimidad. Pero aquí, esa noticia asume, anuncia, la condición de "sorpresa" y, por qué no, de celebración.
"Ya casi estamos por entrar al estudio; ahorita todavía vamos en la etapa de planearlo bien para no desperdiciar demasiado tiempo en el estudio". Las canciones, que están en el natural proceso de decantación, abrevan de la realidad, la emoción, los cambios -los cambios del interior, los privados, y los de afuera, en la sociedad-. "Estoy componiendo sobre lo que está ocurriendo ahora en la vida de México, y la situación de vida difícil". Una red tópica que, otra vez, desafía algún clisé muy extendido: que la música, el arte, no debe "politizarse" o "contaminarse" de los problemas sociales. Pero ahí, en el lugar y el tiempo en que cobran vida, las canciones, están representando, reconstruyendo, el vital continuo con sus extremos de dolor y alegría.
"La violencia en nuestro país es algo que ha golpeado a todos los sectores de la sociedad, e incluso, recientemente, a algunos personajes de la música". Aún así, "los mexicanos sentimos temor y al mismo tiempo vivimos nuestras vidas con cuidado, con cariño, con respeto, como siempre lo tuvimos. Creo también que es de nosotros organizarnos para crear pues un contexto más sano, y presionar a los gobiernos para que se preocupen por una realidad". En su estado, Oaxaca, "acaban de pasar las elecciones y acaba de cambiar la situación política, y estamos felices porque vivimos aquí una época de terror, y ahora viene lo más bueno: mantener (defender) la libertad.
A esa red simbólica, donde violencia y transformación aparecen como ejes, la vida, dice Downs, le ha dado la oportunidad de entramar otros cambios: la felicidad al interior. "También este nuevo disco viene con otro tema que por ahora no lo puedo adelantar como título, pero, te cuento, que es sobre el milagro que ha ocurrido en mi vida. Sabes que hace varios años he buscado tener un bebé... y hace tres semanas que he recibido a un bebé, y esto es motivo para seguir celebrando con la música". En este momento, por ese milagro "hay menos horas de sueño... pero, verá, qué felicidad ha traído, te renueva todo".
Y, cuando el proyecto esté terminado, ya en la calle y listo para llevarlo a los escenarios, en sus planes está la idea de proponer una conjunción de lenguajes artísticos. "Soy muy afortunada porque vengo de un estado de donde han salido muchos artistas visuales. Y en este siguiente disco pienso colaborar con algunos de ellos para presentar una obra plástica cuando sea posible. No siempre es posible hacerlo, pero en algunas ocasiones lo haremos". Por ahora, reitera, esto es un plan a madurar en su definición.
Algo similar ocurre a un paso de Broadway. Allí la espera el estreno de la versión musical de Como agua para chocolate. Allí también la esperan las tablas, sobre las que debutará como actriz. "Sí, claro que estoy muy entusiasmada. Fíjate que me han invitado y hace un año y medio que comencé a trabajar en esto, y ya hay como 16 canciones compuestas".
En ellas, como en todo su pensamiento, vuelve la diversidad cultural como núcleo de sentido: "hay alguna milonga, alguna influencia de la chacarera, y de otros géneros latinos. Pero principalmente las rancheras, las polcas, la chilena como le llamamos aquí a la influencia de la música de Chile. Y, pues, es una oportunidad de poner el contexto histórico de la revolución mexicana en estos personajes".
Es por otro lado, la oportunidad del reconocimiento, el estímulo a una nueva apropiación de lo que sostiene la identidad. "Porque muchas veces -acota con palabras de filo analítico, crítico- en nuestro mismo país se desconocen esos géneros, y el objetivo nuestro es dar a conocer esa riqueza viva. Muchas veces se cree que los indígenas, como otras tantas realidades, son gentes o artefactos tirados en la montaña". Pero "hay que reconcebir esas tradiciones, para presentarlas de una manera que se conozcan (o reconozcan); la gente ya después le puede rascar más a la superficie".

Caminos de la vida itinerante

Lila Downs nació en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca, México, en septiembre de 1968. Hija de Anita, cantante de cabaret, y Allen, profesor de cine oriundo de Minnesota, conoció la itinerancia y la diversidad desde pequeña. Vivió en Oaxaca tanto tiempo como en otros lugares: California, Minnesota, Nueva York. Y en esas estaciones conoció los saberes de la antropología, el arte, la música, hasta tomar estas disciplinas como razón de vida y profesión. Hoy es una de las artistas mexicanas de mayor prestigio, fuera, claro, del ambiente pop. Y para muchos, es la voz que hereda la leyenda de Chavela Vargas, una cantante, un personaje, con el que mantiene hasta hoy una fuerte relación de amistad y admiración.

El último tramo de una prolífica carrera musical nacida en los `90

En París Live aFip (2009)

El título completo: Lila Downs y La Misteriosa en París Live aFip. Una valiosa edición que recoge la experiencia de una de sus actuaciones en el viejo continente, con su banda completa, La Misteriosa, en un generoso repaso por las principales canciones de un repertorio que ya lleva seis discos de estudio.

Ojo de culebra (2008)

Es, por ahora, su último disco de estudio, que tendrá el próximo año un sucesor, con título todavía a definir (aunque algunas especulaciones ya circulan por Internet). Fue producido por Downs, Paul Cohen (su viejo colaborador), Aneiro Taño y Brian Lynch, fue grabado entre Nueva York y México.

The very best... (2008)

El título completo: The Very best of Lila Downs (El alma de Lila Downs), un compilado que fue editado en CD y DVD, que reúne piezas de notable factura interpretativa y compositiva (ideal para un primer acercamiento a su obra), con títulos como La cucaracha, La llorona, Agua de rosas, o la rítmica La cumbia del mole.

Lotería cantada (2007)

Es el primer DVD en la carrera de Downs, y contiene 12 canciones recreadas por los artistas visuales Ivonne Fuentes, Bruno Varela, Alejandro Cantú, Pedro Jiménez, entre otros, además de imágenes tomadas en la sala Nezahualcóyotl de Ciudad Universitaria y en el teatro Macedonio Alcalá de Oaxaca.

La cantina (2006)

Quinto disco de estudio, y una obra gestada ya en un estilo definitorio (y definitivo): explorar las fronteras geográficas y musicales, sus simbolismos, los encuentros y choques culturales. Han dicho de este trabajo (en honor al título) parido con mucho mezcal y tequila, en la pasión por una tierra que siempre es más fuerte.
El País Digital


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