sábado, 15 de marzo de 2008

‘Sweeney Todd’ a la ligera

‘Sweeney Todd’ a la ligeraAntonio Mejías-Rentas

14 de marzo de 2008


Si en su adaptación cinematográfica del musical Sweeney Todd que protagonizara Johnny Depp, el director Tim Burton aprovechó toda la riqueza de su vocabulario visual, el director británico John Doyle tomó un camino diametralmente opuesto en su interpretación de una de las piezas favoritas del teatro estadounidense.
Esa adaptación de la obra maestra del compositor Stephen Sondheim, estrenada en Londres antes de llegar a Broadway en 2005, es la que inició una corta temporada el miércoles en el Teatro Ahmanson del Music Center de Los Ángeles, como parte de una gira nacional de la reposición ganadora del Tony.
En lugar de un elenco de más de 20 actores (como el que hizo la obra en Broadway por primera vez, en 1979), la historia del barbero asesino es contada por un reducido grupo de 10 elementos. Y en vez de una orquesta completa, la música en esta producción de Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street viene completamente del escenario, interpretada por los mismos actores.
La novedosa propuesta funciona con limitaciones. En las manos de los actores, los instrumentos musicales producen más que sonido, sino que ayudan a definir a cada personaje. Una pordiosera, por ejemplo, toca un clarinete que parece tan débil y esbelto como ella; los dos amantes jóvenes de la trama tocan el chelo y prácticamente hacen el amor con las cuerdas de sus instrumentos.
Doyle, que además diseñó la producción, utiliza una escenografía minimalista y un vestuario en blanco y negro, con la intención de que lo que destaque sea la música compuesta por Sondheim y, particularmente, la belleza y complejidad de las letras de las canciones. Y Sweeney Todd tiene algunas de las más hermosas compuestas por Sondheim, algo verdaderamente significativo si se considera la trama.
El elenco de la gira incluye a buena parte del de Broadway, incluyendo a la genial Judy Kaye, que tomó el personaje de la cómplice Mrs. Lovett cuando lo abandonó Patty Lupone. David Hess es un efectivo, si seco, Sweeney Todd.
Pero la ausencia de una verdadera orquesta le resta riqueza a la música de Sweeney Todd.
De la misma forma que la cinta de Burton dejó a muchos desencantados, este Sweeney Todd no es definitivo. Pero es Sondheim, y merece la pena.


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