Según las espectadoras, el objeto debió caerse del escenario después de que lo golpease o se le resbalase de las manos a alguno de los artistas de la obra.
Ninguna de las dos mujeres quedó inconsciente, pero ambas tuvieron que acudir al hospital y una de ellas sufrió heridas que le han dejado una "cicatriz permanente" en la cara, según explicó su abogado, Steven Halperin, al rotativo neoyorquino.
A raíz del accidente, que se produjo en noviembre de 2009, las dos mujeres han decidido demandar por negligencia a los productores del musical, Billy Broadway y NBC Universal.
La producción "organizó una arriesgada y peligrosa coreografía" y no "comunicaron ni avisaron de ello a la audiencia", por lo que cada una de las mujeres pide dos millones de dólares (1,4 millones de euros) en compensación a las lesiones sufridas, aseguran esos documentos legales.
"Desde luego no se esperaban que al ir al teatro y sentarse en la primera fila estaban asumiendo el peligro de ser golpeadas en sus asientos", aseguró Halperin al diario, quien añadió que "no es como si hubieran ido a un partido de béisbol o de hockey".
Halperin, quien reconoció que el teatro ya ha tomado medidas para prevenir que un incidente de este tipo ocurra de nuevo, afirmó a ese diario que miembros de la producción de "Billy Elliot" se pusieron en contacto con las mujeres más tarde para invitarlas a ver de nuevo la obra.
Esta demanda llega poco después de que el Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York afirmase que el musical de Spider-Man en Broadway violó dos de sus normas de seguridad.
Entre esas violaciones se encuentra el problema técnico que llevó a que el actor de origen español Christopher Tierney tuviera que ser ingresado en el hospital tras sufrir una caída desde una altura de más de nueve metros mientras realizaba uno de los arriesgados números acrobáticos de la obra durante uno de los ensayos. EFE
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