martes, 22 de julio de 2008

Londres revive 'West Side Story' 50 años después de su estreno


West Side Story, esa historia de Romeo y Julieta en las calles de Manhattan que realizara Jerome Robbins hace exactamente 50 años, regresa a la escena londinense. En muchos sentidos, West Side Story sigue vigente. Los problemas raciales y xenófobos a los que hace referencia no fueron un estallido esporádico de ese momento, sino el prólogo de los grandes problemas de convivencia entre inmigrantes y nativos.
En 1949, el entonces ya reputado coreógrafo norteamericano Jerome Robbins, tuvo la idea de montar un musical que tomara la historia de Romeo y Julieta ambientándola en el Nueva York del momento. Así se lo comentó al compositor Leonard Bernstein y al escritor Arthur Laurents, quienes entusiasmados con la idea se pusieron a trabajar en una adaptación que se llamaría East Side Story y tendría como escenario el Lower East Side, conocido como el Village, en la que los Montescos serían católicos y los Capuleto serían judíos.
El choque religioso entre los habitantes de esa zona de la ciudad era tema candente aquellos días. Sin embargo, el proyecto no terminó de coger forma. Seis años más tarde, la inmigración de puertorriqueños al West Side comenzó a hacerse notoria por las reyertas entre bandas de latinos y norteamericanos.
Los neoyorquinos no tenían otro tema de conversación y los medios llamaban la atención sobre este foco de violencia racial entre chavales que estallaba en pleno corazón de Manhattan.
Bernstein, Laurents y Robbins hablaron del asunto y les pareció que el estallido social era una buena oportunidad para retomar aquella idea, reubicarla en este barrio de la ciudad y reconvertir a católicos y judíos en dos bandas juveniles de latinos y americanos.
Nacieron así los Jets y los Sharks, los nuevos Montescos y Capuletos de esta versión canalla de la obra más conocida de Shakespeare, en la que Julieta se trasmuta en María, una bella puertorriqueña, protegida por los Jets, que se enamora perdida y trágicamente de Tony, cabecilla de la banda de los Sharks.
Una adaptación moderna
West Side Story se estrenó en el Winter Garden Theater de Broadway hace hoy 50 años con libreto de Laurents, coreografías de Robbins, música de Bernstein, canciones de Stephen Sondheim (el mismo creador de Sweeney Todd) y el descubrimiento de Chita Rivera, leyenda de Broadway aún activa.
No era tan usual que los musicales, generalmente historias de evasión edulcoradas, hicieran comentarios tan severos sobre un problema social que ocurría allí afuera, aquí y ahora, así que tuvo un éxito descomunal y cumplió una brillante temporada de más de dos años en cartel, con 732 representaciones.
Desde entonces se han hecho muchísimas versiones teatrales y una película, rodada en 1961 y dirigida por el mismo Robbins y Robert Wise, que obtuvo 10 Óscars, lo que no ha hecho más que inmortalizar la historia.
A propósito del 50 aniversario de su estreno en Broadway, el director de escena Joe McKneely ha decidido volver a ella, intentando recuperar el montaje original de Robbins para Broadway. Con la misma puesta e idénticas coreografías, este revival de aquel West Side Story se estrenó hace unos meses en Tokio, se vio con éxito en París y a partir de esta noche conquista Londres, donde permanecerá hasta el 31 de agosto en el prestigioso Sadler?s Well, teatro dedicado a la danza de la ciudad.
Latinos vs nativos
En muchos sentidos, West Side Story sigue vigente. Los problemas raciales y xenófobos a los que hace referencia no fueron un estallido esporádico sino el prólogo de los grandes problemas de convivencia entre inmigrantes y nativos de la era globalizada que viviría (y aún vive) no solamente Nueva York sino las grandes urbes planetarias, pero también siguen vigentes sus coreografías que crearon escuela.
La aportación de Jerome Robbins es fundamental en tanto que las danzas aquí no son momentos evasivos que interrumpen la acción para introducir música y baile, sino que forman parte de la progresión dramática, como bien ejemplifica Cool, el electrizante número de la pelea entre Jets y Sharks.
Las canciones de Sondheim (María; Tonight, One hand, one heart) han sido grabadas por celebridades que van desde Kiri Te Kanawa y José Carreras pasando por Kenny Loggins, Aretha Franklin, Natalie Cole y hasta Phil Collins, al tiempo que la película, que protagonizaron Natalie Wood y Richard Beymer, ha alcanzado récords de ventas en distintas versiones en DVD.
Volver a los auténticos orígenes de esta obra fundamental de los musicales de Broadway es lo que oferta Londres estos días de verano.

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