jueves, 19 de marzo de 2009

El monstruo de los musicales

Tras varios intentos fallidos, llega a Buenos Aires la megaobra de Lloyd Webber, que se estrena hoy en el Opera.
Después de varios embates, de un par de intentos fallidos, y de años de espera, finalmente la mítica obra de Sir Andrew Lloyd Webber verá la luz desde hoy, en la avenida Corrientes.Al fin, "El Fantasma de la Opera", el musical más grande, más suntuoso, el padre del género musical, desembarca en Buenos Aires con la misma puesta, el mismo vestuario y la misma escenografía que lo hicieron famoso en los centros culturales más importantes del mundo: Londres y Nueva York (se estrenó el 26 de enero de 1988, donde aún continúa, además de batir un récord por ser el espectáculo de mayor permanencia en escena en Broadway). La obra de Lloyd Webber (también creador de "Jesucristo Superstar", "Evita", "Cats", "Starlight Express" y "Sunset Boulevard", entre otras) se estrena en un teatro especialmente reacondicionado para la ocasión, con la tecnología teatral más moderna.La trama, que se desarrolla en la París del siglo XIX, en el lujoso edificio de la Opera Garnier, gira alrededor de un misterioso hombre que vive escondido en el centenario coliseo francés, vigilando las obras que allí se exhiben. Cuando consigue eliminar a la protagonista de la pieza "Aníbal", llegará una reemplazante que le conmoverá el corazón y lo llevará a realizar la mayor locura por amor.En este caso, los tenores Carlos Vittori y Juan Pablo Skrt se harán cargo del papel principal, mientras que la mexicana Claudia Cota se meterá en la piel de Christine Daee. "El casting para 'El fantasma...' es muy difícil. Es un melodrama victoriano y necesita ser muy bien actuado, pero es grandilocuente. Entonces, debe ser verdadero y real, y el actor no puede caer en la trampa de la sobreactuación, ni esta pieza tan apasionada puede perder su seriedad. Y en la Argentina son muy apasionados", dijo a un matutino el propio Harold Prince.La vigencia de la obra, según Prince, es porque no existe una pieza tan romántica como ésa. A pesar de que hace tantos años que se representa, cuando se entra en la sala, uno se pierde en otro mundo y eso es algo muy poco común en el teatro contemporáneo. De alguna manera mágica, los problemas quedan en la calle y el público se sumerge y es transportado a otro mundo por casi dos horas y media. Para el director musical Gerardo Gardelín ("Sweet Charity", "La jaula de las locas"), "El Fantasma es el más difícil de los musicales. Todas las obras de Lloyd Webber implican un desafío, pero ésta es musicalmente una de las más complejas, porque los intérpretes necesitan una formación clásica. Y la orquesta, como toda la producción, es más grande respecto de lo que se ve en estos días en Broadway".No hay tiempo para más. Buenos Aires merecía tener esta obra antes, por su espíritu cultural y por ser una de las sedes culturales más importantes del mundo, pero será la ciudad 127 en recibir a esta megaproducción, que exigió dos arduos meses de ensayo. "En nuestra versión primaron la rigurosidad y la disciplina", enfatizó Gardelín.

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