En 1957 Manhattan estaba a la puerta del teatro. Ayer la isla que abraza Broadway, incluso el mismo Broadway, estaban sobre las tablas de Gijón. Como un sueño hecho realidad la música volvió a trasladar la geografía y el Teatro de la Laboral viajó a América o mejor: América viajó a su coliseo. Y sobre sus lomos 'West Side Story', el musical de los musicales, que anoche llenó de aplausos el renovado teatro y hoy tendrá su representación final en España. Aquí, en Asturias la compañía cierra la gira que recorre el mundo desde hace dos años en conmemoración del 50 aniversario del estreno en la única calle que compite en popularidad con la Quinta Avenida.
El montaje que llenó ayer el Teatro de debotos y entregados espectadores es fiel al que se presentó en la primera función de Nueva York, con idénticos temas y coreografías. Sólo cambian del original pequeñas adaptaciones que fueron supervisadas por los herederos del director Jerome Robbins, el compositor Leonard Bernstein y el letrista Stephen Sondheim. Todos auténticas leyendas de las artes escénicas, como este legado.
La obra, que bajo el patrocinio de la Fundación Cristina Masaveu, llegaba a Gijón tras haber dejado al público arrebatado y generoso en ovaciones en la Casa de campo de Madrid y en Santander, llegó a Asturias con un impecable trabajo escénico a cargo del supervisor musical y director de orquesta Donald Chan y un numeroso reparto que incluye nombres como Oreika Philips, Kendall Kelly, Emmanuel de Jesús Silva y Scott Sussman.
La trama del musical, gira en torno a la conmovedora historia de amor entre Tony y María, una pareja de origen humilde (él trabaja para una 'delicatessen', y ella es una costurerilla emigrante de Puerto Rico), que se encuentran en un vecindario de la urbe de Hierro, y tratan de vivir su amor, pese a los embates de la adversidad. Para quien está familiarizado con la trama de la clásica tragedia de William Shakespeare, 'Romeo y Julieta', no habrá sorpresas, pues esta pieza dirigida ahora por Joey Mckneely, también viaja en el tiempo, trasladando el presente la nunca vetusta historia del siglo XVI. Si bien las aristocráticas familias veronesas, Montesco y Capuleto, aquí son sustituidas por dos pandillas urbanas de adolescentes desorientados: Los Jets y los Sharks, que son tan hábiles con la danza, como lo son con las navajas.
Modernidad
Títulos como 'Tonight' 'María' o 'América', posiblemente la más popular del conjunto, junto con la danza que le acompaña y que anoche arrancó intensos aplausos del público, son ejemplos perfectos de lo que esta obra ha legado. Otras piezas para recordar son 'I feel pretty' o la icónica 'Somewhere', que está en el repertorio de figuras tan diversas como Frank Sinatra, Barba Straisand, Los Carpenters, Romina Power o incluso Los Red Hot Chili Pepers, quienes en alguna ocasión la han tocado como parte de su directo.
Cuento de hadas
Tony y María, Anita y todos los personajes de la obra, encarnaron anoche un sueño hecho realidad para los amantes del buen teatro, demostrando que 'West Side Story' es un trabajo que ha madurado con gracia y se mantiene vigente, con temas que son aún hoy muy de nuestros días sin perder un ápice de su encanto original. Verla, escucharla y sentirla resultó en una experiencia única que todo espectador que ame las artes escénicas no debe dejar escapar.
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