jueves, 14 de enero de 2010

Cantando a Obama


RAMIRO VILLAPADIERNA BERLÍN
Si Jesucristo tuvo su musical no va a ser menos Obama, al que, hasta hace días, buena parte del mundo y más allá esperaban su llegada como la de una profecía, o al menos como una revancha. «Hope» se llama el musical que debutará el domingo en Fráncfort y que sube a escena la epopeya, globalmente retransmitida, de la escalada a la capital del imperio de un huérfano de color, que no de ambiciones.
En esa línea, el himno «Yes We Can», en la voz del cantante Jimmie Wilson, se ha convertido realmente en himno en sentido anglosajón, que es una canción religiosa y, en un crescendo de gospel de iglesia baptista, el Obama actor lidera eufórico un coro que clama al cielo sus esperanzas.
En otra escena, el hoy inquilino de la Casa Blanca corteja con una tierna balada a Michelle, subrayando esa gran historia de amor que la prensa les supone como a ningún otro funcionario público conocido. El cantante alemán David Hanselmann da vida al oponente de Obama, John McCain, cuyas canciones poseen menos melodrama.
El cantante que interpreta al hoy presidente debutó en un papel principal con el musical «Sisterella», producido por Michael Jackson, y, como todos los actores, resulta joven para su papel; algo aún más notorio en una jovencísima Hillary Clinton y en una Sarah Palin que tiene un solo entre «strippers». El montaje, totalmente cantado y bailado, pasa por ser el más grande de su especie, al menos en Alemania, pero no es el primer intento de musicar a Obama, pues ya en marzo un pequeño teatro de Londres ofreció una pieza de Teddy Hayes, «Obama in my mind», según el blues de Ray Charles dedicado a la negra Georgia.
El compositor Randall Hutchins dice haber tenido la idea ya desde el lanzamiento de la candidatura y antes del tremolar mundial: «Lo excitante de aquella atmósfera fue mi inspiración, era un tiempo precioso, muy social, en que la gente se atrevía a soñar». Niega la acusación de que «Hope» sea una versión edulcorada de un político, también conocido por su ambición, insistiendo en expresar más bien el «fenómeno del cometa». El musical girará por toda Alemania antes de saltar el Atlántico para una posible gira por EE.UU.

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